12 jul 2018

Brico-Legio (III): Scutum (Parte I)

Como estoy en mi día de descanso y estoy un poco aburrido, aquí estamos otra vez en la sección Brico-Legio del blog. Esta vez será una entrada monográfica sobre la construcción de un escudo romano que empecé en septiembre y dejé a la mitad ya que, como sabéis, me mudé a Cataluña y el umbo (pieza metálica que se coloca en el centro del escudo) no me llegó antes de que me marchase.

Así que, ahí os quedáis con la primera parte:

Para empezar, comentar que el escudo romano ha ido cambiando lo largo del tiempo y el escudo que estoy fabricando pertenece a la época del Principado, donde el scutum pasa de ser ovalado y de unos 120-128x75 cm a ser casi cuadrado (se le recortan las zonas superior e inferior pero no llegaría a tener el borde recto) y de unos 100-110x80-85 cm. Este escudo está basado en la reconstrucción realizada a partir de los bordes metálicos de un escudo hallado en Kalkriese (Alemania).
Un compañero de la asociación ha hecho un prototipo, que es el cual sigo (aunque se han mejorado algunos aspectos después que tener hecho yo el escudo así como algún socio más) y os dejo el plano:

He utilizado 3 planchas de contrachapado de 110x80 cm de 3 mm de grosor, prensa o molde para curvar la madera, cola para madera, 3 cinchas, sierra de calar, lima, segueta, 3 retales de lino de 140x100 cm, varios listones de contrachapado, umbo de hierro, 4 clavos y pintura para decorarlo según los motivos ornamentales que tenemos en Hispania Romana.

El primer paso fue construir una prensa o molde, utilicé un palé como base con tres piezas aseguradas mediante tornillos. Después de cálculos, dibujos y trabajo con la sierra de calar quedó un molde sencillo pero más que aceptable:

[Inciso 1: No os podéis hacer una idea ni de la que lié para calcular la curvatura que tenía que darle a la prensa (ya que el scutum era de 80 cm de ancho en plano y unos 70 cm una vez curvado) y pasar las medidas a la madera ni de las caras de mis padres y hermanos viéndome de un lado para otro con madera, sierra y demás en mi patio y preguntándome qué andaba haciendo]

Lo siguiente es dejar la madera en remojo para que se pueda curvar con más facilidad, así que llené la bañera de agua, metí las tres planchas y cubrí con una toalla mojada la parte que sobresalía... y a esperar unas 6 o 7 horas.
Una vez pasado ese tiempo hay que encolar las planchas de madera rápidamente, colocarlas en el molde y ajustarlas con las cinchas poniendo trozos de maderas y un par de listones en los bordes y la hebilla para no cargarme el futuro escudo.
Esta tarea es mejor hacerla entre dos porque puede ser bastante lioso, y mi hermano Emmanuel me estuvo ayudando (¡gracias, chachele!).

[Inciso 2: Para el ajuste de las cinchas, quería haberlas pasado por otro lado para que ajustase mejor las planchas y me di cuenta teniendo las planchas metidas ya en el molde (algo muy yo), y además una de las cinchas se me rompió en medio del proceso y tuve que hacerle un apaño. Un número, vamos.]

Pasados 5 o 6 días desaté las cinchas y saqué la pieza de madera ya curvada lista para sufrir la sierra de calar, y la verdad es que quedó bien la cosa:

Lo siguiente es hacer los recortes pertinentes para dejar el asa del escudo y para dar la forma característica de la época que recreo:

Después se cubre el escudo con tela. Yo utilicé dos piezas para la parte delantera y una para la trasera y, como había que tener mucho cuidado para que la tela no se arrugase, me ayudaron mis hermanos Pablo y Noemí (¡gracias!).

Después procedí a colocar los refuerzos en la parte posterior (listones de 3 mm de grosor) y pintarla de rojo porque se me fue la pinza y compré dos piezas de tela blanca y una de tela roja en vez he haberlo hecho al revés.

Hasta aquí la primera fase del scutum; así que, cuando vuelva por Riotinto lo terminaré y echaré mano del blog para publicar la segunda parte.

Espero que os haya gustado.

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