Pues eso, he aquí un resumen de estas fiestas que este año, como otros, ha sido para mí de lo más ajetreado:
Empiezan el miércoles 12 con el concierto de la Banda Municipal de Música de Minas de Riotinto en la Caseta Municipal "Pragmacio Salgado" (este hombre fue concejal por el PSOE mucho tiempo y falleció hace un mes y algo a causa de un infarto, D.E.P.). Tras el concierto la Banda fuimos a comer al Bar Texas, luego me fui a mi casa para cambiarme y coger la bebida (tinto con coca-cola, había que empezar flojito) para salir con mis colegas. Quedamos en la Plaza del Minero y tiramos poco a poco para INSERSA (la zona de botellones en Riotinto), parándonos a comprar hielos en el Tiago y luego en la zona de los cacharritos (véase atracciones de feria) mientras Yaiza se montaba en uno de éstos con su hermano; después de un rato llegamos, al fin, a tan deseado sitio para empezar a beber, bailar, hablar, etc. Hacia las 2 la gente se fue para la Caseta Municipal a ver el concierto de Hugo (uno de la 1ª edición de OT, que se quedó por el camino xD), entonces también tiramos para allá y estuvimos hablando con Paco, Dani, y otros más. Allí estuvimos un rato, nos fuimos y volvimos porque los demás sitios estaban un poco vacíos; la ocurrencia de la noche fue darle fuego a una de las banderitas (un palito de una cuarta con un papel con la jeta del jipi ese) que repartían y el maestro de ceremonias fue el gran Paco. Cuando acabó el concierto el Navarro le pidió las baquetas al batería y regresamos a INSERSA, allí nos hicimos algunas fotos, bailoteábamos y charlábamos hasta que sobre las 5 y pico me fui para casa.
El jueves, día 13, quedé con Yaiza, Josué, Anabel, Ana, Carmen (una chavala de Sevilla amiga de Yaiza, Anabel, Saúl...), Estefanía y Cristina a las 00:30 en la Plazoleta del Pino; luego tiramos para el Minero con Saúl, Rubén y David Navarro, y de ahí tiramos a por hielo al Tiago, a los cacharritos y luego a INSERSA. Allí comenzamos a beber y bailar con música por cortesía del Yisux y del Pirraca, que montaron 4 bombos enchufados a los coches y no veas como petaba aquello; pronto comenzó la sesión de fotos y, entre tanto, hablar, bailar y beber (ésta vez ya fui con algo más fuertecito, ron legendario con coca-cola). La noche transcurrió con normalidad entre lo antes nombrado y alguna vueltecilla para la Caseta Municipal a ver a mis padres o para ver los puestos. Entre una cosa, dieron las 5 y pico y me fui para casa, ya que el viernes tenía que currar de 12 a 15 del mediodía en la piscina como socorrista.
