19 sept 2019

Vacaciones (Santillana)

Antes que nada y para que se pueda entender mejor el título, os dejo un breve vídeo:

Bueno, nos trasladamos a la cuestión, he tenido tres semanas de vacaciones porque el restaurante donde trabajo desde mediados de abril ha cerrado desde el 12 hasta el 31 de agosto y os voy a resumir y/o detallar lo que he hecho, que no ha sido precisamente repasar Lengua o Matemáticas con los famosos cuadernillos del vídeo.

El último día de trabajo fue el sábado día 10 de agosto, pues los domingos y lunes a mediodía cierra, así que domingo y lunes estuve vagueando un poco en el piso y haciendo la maleta para bajar a Riotinto donde he pasado las 3 semanas.
El martes día 13 cogí el tren hasta Sevilla y allí me recogieron mis padres, llegando a Riotinto a poco más de las 6 de la tarde. Mi madre me propuso ir a la piscina, pero no tenía muchas ganas y para no quedarme en casa decidí echar una mano a mi padre con el montaje de una barra de comida y bebida en el Paseo del Chocolate con el motivo de la presentación de la plantilla del Riotinto Balompié, equipo de fútbol del pueblo de cual mi padre es directivo. Allí ya empecé a saludar a amigos y conocidos que me dijeron que si ya me había cogido mi padre para montar aquello, pero les dije que fui yo quien propuse a mi padre ir para no quedarme en casa y tal, y entre una cosa y otra cené allí, vi la presentación del equipo y me reencontré con familia, amigos, compañeros de la banda de música y acabé volviendo a casa a eso de las 4 de la mañana. Nada mal para el primer día en Riotinto y como previa para las fiestas en honor a San Roque, que eran del miércoles al domingo.

Pues bien, empieza San Roque 2019 con el tradicional concierto de la Banda Municipal de Música, que este año no he tocado obviamente porque estaba en Cataluña y aparte llevaba desde octubre sin tocar el clarinete. Es la primera vez que estoy como espectador y no como participante activo en un concierto de la banda, la verdad es que fue una sensación un poco rara.
Después del concierto estuve cenando con mis padres y más tarde quedé con Rubén y Sara, que venía acompañada de Bea. La noche empezó normal en la caseta municipal, con música reguetón, derivados de este y algún atisbo de música electrónica, en el escenario había gogós masculinos y femeninos, también dos chavales metidos en unas plataformas que simulaban máquinas como sacadas del anime Evangelion o de los malos de los Power Rangers y se invitó a algunos del público a subir... la verdad es que se vieron escenas bastante grotescas por el puterío que derrocharon los que subieron al escenario. Más tarde vino lo bueno (al menos para mí), música breakbeat, y estuvimos dándolo todo. Así pasó la noche entre los 4 que habíamos quedado más mi primo David, Andrés y algunos más con los que nos juntamos hasta que me recogí a eso de las 8 de la mañana.

El día siguiente por la tarde empezaban los pasacalles de gigantes y cabezudos, y cuando bajé vestido de músico mi madre me dijo con un poco de cara de resignación "al final vas a tocar, ¿no?", porque volviendo de Sevilla me había dicho que este año podía no tocar con la banda por las fiestas y descansar un poco más, pero me tiran más las ganas de coger el clarinete y se echó un buen rato a pesar del calor. Cuando terminamos de tocar, mi hermano Noemí, Patri, Natalia y yo fuimos a ver la 2ª parte del primer partido del Trofeo Minero Riotinto-Nerva, que ganó el Riotinto por 3-0.
A la noche quedamos a eso de la 1 y, por extraño que parezca, nos reunimos casi todo el grupo: Rubén, Pablo, Sara, Abraham, Cristina, José Carlos, su novia Jenya y yo. Estuvimos echando el rato en La Terraza y luego estuvimos en el entorno de la Caseta Joven 'Masiao' y las casetas que desde hace unos cuantos años montan algunas reuniones. La noche transcurrió con normalidad entre cubatas, charlas, algún baile y alguna que otra vuelta por la feria.
El viernes empezó para mi, tras un par de horas y tres de descanso, con la actuación extraoficial de la charanga 'La Manguara', extraoficial porque otros años viene anunciada en el programa la sesión vermú con la actuación de la charanga o con música para amenizar la sesión, pero este año tocaban un par de grupos. Total, que sobre las 2 de la tarde quedamos en la banda y nos fuimos para la caseta municipal donde tocamos mientras que llegaba el último de los componentes del grupo que tocaba el primero; luego fuimos para la zona de las casetas, tocamos algunos pasodobles, sevillanas, nos invitaron a botellines y después nos dirigimos a nuestra querida caseta 'La Manguara' a la cual entramos con los sones de 'Hermanos Costaleros' en recuerdo de un socio de esa caseta que falleció hace algunos años. A mitad de la marcha paramos y empezó el jolgorio, allí nos lo pasamos mortal de bien, entre pasodoble y pasodoble nos pusieron cerveza y tapas, una buena sobremesa disfrutando y haciendo disfrutar; y cuando salimos de allí para dejar los instrumentos en el local de la banda nos pusimos a tocar otra vez en las casetas, alguno se montó en un toro mecánico que habían pagado las reuniones de las casetas y tocábamos el cambio de tercios y algún pasodoble cada vez que alguien se montaba en el toro. Cuando terminamos allí nos fuimos al Hostal Atalaya a tomar la penúltima y luego cada uno a su casa; yo me eché un rato pero apenas me dormí.
Esa noche volvimos a quedar para la 1, pero esta vez Pablo y Abraham no salieron por cansancio y José Carlos y Jenya estaban en Madrid para una boda. Esa noche fue el concierto de El Canijo de Jerez, fue todo un espectáculo y al acabar Rubén y yo nos hicimos fotos con el Canijo y el resto del grupo, muy buena gente todos. Luego tiramos para la caseta joven donde estuvimos la mayor parte de la noche, con la correspondiente vuelta por la feria, cena en la Pizzería Toñi y el paseo por las casetas, saludando a unos y a otros. La noche terminó con Rubén, Sara, Bea y yo yendo al puesto de los gofres porque el de los churros estaba cerrando, nos paramos tranquilamente en un banco de la Plaza del Minero a que Sara y Bea se comieran los gofres y crêpes y luego nos fuimos a nuestras respectivas casas a las 7 y pico.
El sábado me desperté temprano porque tenía que tocar con la banda de música en el Hogar del Pensionista, una de las mejores actuaciones de la banda por el hecho de que nos ponen tapas y cerveza mientras tocamos, toda una maravilla. Cuando terminamos y regresé a mi casa me eché un rato porque a las 18:30 tenía que estar de nuevo en la banda para el 2º pasacalles de gigantes y cabezudos, después del cual me quedé en el campo de fútbol para ver la final del Trofeo Minero entre el Riotinto y el Zalamea, ganando el Riotinto por 1-0. Por la noche quedamos a la hora de siempre por donde siempre y salimos los mismos que la noche anterior más Abraham y Pablo.
La noche estaba siendo como las anteriores pero una de las veces que estábamos entre el cine y el campo de fútbol se nos acercó un gatino que se dejaba acariciar, mi hermano lo cogió y el gato se quedó dormido encima suya; estábamos pensando en llevárnoslo y buscar por redes sociales a alguien que lo adoptara porque allí corría peligro de que alguno le hiciera daño y mi hermano se lo llevó a mi casa, pensando en cómo decírselo a mis padres o que ellos ya se lo encontraran en casa ya que no quieren que tengamos mascotas porque al final las cuidarían ellos. Una vez se fue mi hermano con el gatino al cual llamamos Simba, los demás volvimos a lo nuestro y llegando la hora de la diana nos fuimos para el ayuntamiento para coger el famoso pañuelo, pero esta vez era yo uno de quienes los tiraba porque me tocó en un sorteo que hizo el ayuntamiento por facebook; así que ahí estaba yo, cubata en mano, en lo alto del murito del ayuntamiento soltando pañuelos a la multitud semi ebria. Cuando se me acabaron me fui con mis amigos a disfrutar de la diana y me junté también con mi hermana, mi primo y algunas componentes de la banda para pedirle a la charanga el pasodoble berrocal y cantar en el solo de trompeta, porque a veces mis amigos son un poco siesos y no les gusta bailotear con la charanga.
Tras la diana seguí con mi primo para la zona de las casetas, donde había mucho ambiente, estuvimos ahí hasta casi las 12 del mediodía para irnos a desayunar al Hostal Atalaya y como ya no era hora de café y tostada me clavé una cerveza y una tapa de ensaladilla rusa. Acabamos yéndonos de allí cerca de la 1 y media del mediodía y así acababa mi 'sábado'.
El domingo por la tarde volvimos a tocar un pasacalles, por la noche tocamos la retreta para finalizar las fiestas y hubo un espectáculo de música y fuegos artificiales, del cual la música apenas se escuchaba. Al terminar subí a mi casa a cambiarme y cuando bajé me reuní con el personal, que incluía a José Carlos (llegado ese día de Madrid) y a Steven y su novia Victoria, que habían venido de Sevilla. Estuvimos por la zona de los 'cacharritos', es decir, las atracciones, luego tomamos unas cervezas/copas en La Terraza y después echamos unos bingos, dimos las últimas vueltas por la feria y nos fuimos para casa.

La segunda semana de vacaciones fue algo más tranquila aunque casi todos los días había algo. Estuvimos planeando ir a la playa el día 20, pero por falta de coches dejamos el plan y fuimos a la piscina de Riotinto José Carlos, Cristina, Rubén y yo; echamos el día entre cartas, ahogadillas, alguna "competición" a ver quién buceaba más... estuvo bien la cosa y por la noche salimos un rato. El día siguiente fui a la playa de Matalascañas con mis padres y parte de mis hermanos para ver a mi hermana Carmen, que está trabajando allí en un restaurante desde primeros de agosto, y ese día descansaba; nos dimos unos baños, almorzamos en el restaurante de mi hermana que se llama Cómeme y luego nos fuimos a hacer la fotosíntesis al agua o sobre la toalla. Esa noche no salí, estaba bastante cansado, pero bajé a lado del supermercado El Jamón donde tenía aparcado "mi" coche porque mis amigos andaban por allí y escucharon un gato metido en el motor, era un gato callejero muy pequeño, lo sacamos y lo asustamos un poco para que se fuera a otro sitio porque quería volver debajo del coche y, como ya se había colado en el motor una vez, podía repetirlo.
El jueves lo único que hice por el día fue jugar con Simba, que le dabas movías un trozo de cuerda y se volvía loco, pero por la noche fui con Rubén, Cristina, Sara y Pablo a El Campillo, donde quedamos con José Carlos y Adrián en el famoso Bar Manolo. Hacía demasiado tiempo que no veía a Adrián, creo que desde antes de venirme a Barcelona.. Estuvimos echando unas cervezas jugando a las cartas y planeando ir el día siguiente al Zumajo (dique, embalse o pantano cercano a Riotinto) y montarnos en las canoas, y más tarde yo me volvía Riotinto con Pablo y Sara mientras que los demás fueron a Nerva a dar una vuelta porque eran las fiestas de allí.
El viernes fuimos por la tarde al Zumajo tal y como planeamos el día anterior, además de los que planeamos aquello también se vino Bea (anteriormente mencionada); estuvimos en el bar tomándonos algo y luego nos montamos en las canoas, ya os podéis y imaginar cómo fue la cosa, naumaquia a tope embistiéndonos, intentando abordarnos unos a otros, echándonos agua con los remos... todo un espectáculo. Cuando paso la hora nos secamos un poco y medio cenamos en el bar.
Por la noche volvimos a quedar en El Campillo, esta vez se vino Josué Santos, que también hacía muchísimo que no lo veía; a eso de las 2 de la mañana nos acordamos de que en Nerva actuaba el grupo 'No me pises que llevo chanclas' y decidimos ir a verlo. Después del concierto fuimos para el paseo y nos sentamos en un bar a echar unas cervezas y una cachimba, luego fuimos a ver la zona donde se suponía que estaba el ambiente joven, pero era o parecía una porquería, así que nos fuimos para Riotinto a descansar.
El sábado estuve en la piscina del Club Inglés de Bellavista con mis padres porque había una sardinada para la cual me preguntaron la semana anterior si quería ir y un evento así no se puede rechazar, así que primero un bañito nadando un poco y luego unas sardinas y tomate con sal y aceite regados con unas cervezas, una maravilla. Como de costumbre, a la noche salimos casi los mismos de siempre a dar una vuelta y tomarnos algo, esta vez en "El Meridiano". El domingo fue tranquilidad en casa, llevar a Simba a un conocido que me dijo que él adoptaba y salir un rato por la noche en El Campillo.

La tercera y última semana fue más o menos como la anterior. Estuve lunes y martes en Sevilla viendo a mis amigos Dani y Fran, y echamos las tardes con juegos de mesa y vídeos de youtube.
El miércoles regresé a Riotinto y por la noche salí con Rubén, echamos unas cervezas en "La Terraza" y después nos dimos una vuelta por el barrio de Bellavista.
El jueves volví a ir a Matalascañas a ver a mi hermana, ya que me quedaban un par de días en Riotinto y ella no volverá hasta octubre. Por raro que parezca, conseguí encontrar aparcamiento a menos de 5 minutos andando de la playa. Una vez allí nos dimos unos baños y luego nos fuimos a almorzar a unos de los restaurantes que hay al lado del suyo, nos pusimos hasta el tapón, luego nos tomamos un helado y nos fuimos a la playa a bañarnos y coger algo de sol.
Por la noche, aunque estaba algo cansado, salí con Rubén de nuevo pero esta vez nos pillamos un litro en "el Tiago" y nos fuimos al monumento del fútbol que hay entre el cine y el estadio municipal: acabando la cerveza separó con nosotros mi primo David, que se fue a La Terraza, y luego nos fuimos allí con él a rematar la noche.
El viernes estuve organizando la maleta y por la noche fui a cenar con mis padres y hermanos al Restaurante Galán por el cumpleaños de un amigo muy cercano a mi familia.
Y finalmente el sábado por la mañana cogí el tren en Sevilla para subir de nuevo, se acababa lo bueno y tocaba volver al trabajo.

Espero que os haya gustado, aunque creo que me ha salido un pelín largo. Hasta la próxima.

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